sábado, 28 de noviembre de 2009

Del Potro y su paciencia pueden llegar lejos


Para terminar de la mejor manera el año le faltaría ganar el Masters en Londres y convertirse en el nuevo N° 4 del mundo, desplazando a Murray. Pero ¿Quién va a reprocharle algo si pierde mañana y quien se aventuraba a vaticinar en el comienzo de la temporada que lograría el Us Open? Nadie. Del Potro gana los partidos que, increíblemente, tiene todo para perder. Como lo fue hoy contra Soderling en más de 2 horas y 10 minutos de juego lo venció por 6-7(1), 6-3 y 7-6(3). El sueco tuvo un punto de quiebre y lo aprovechó, mientras que el argentino solo “rompió” el saque de su rival en dos de las siete opciones que tuvo.
En cualquier deporte se recurre siempre, quizás como consuelo, a merecimientos e injusticias. El primer set tuvo algo de eso. En el 1-1 del primer set sacaba el sueco 0-40, Del Potro no pudo aprovechar ninguna de esas chances y el gran culpable fue Soderling quien conectó varios primeros servicios ganadores que impidieron el paso al frente de “La torre de Tandil”. El N° 5 del mundo tenía en claro la estrategia a contrarrestar de su rival quien se ubicaba a 3 pasos de la línea del medio del revés para golpear cómodo de drive: aprovechar el espacio vacío que éste resignaba por cuidar la zona del revés. Hasta ese momento el primer servicio de los dos funcionaba a la perfección, como por ejemplo, el hecho de que el tandilense ganó dos games sin que su rival le quitara un punto. No así el segundo saque de Soderling que tenía una efectividad del 33%, un déficit que mantuvo durante todo el partido. La solidez que mostró Del Potro durante el transcurso del set la despilfarró en el tie-break: con cuatro errores no forzados y una doble falta Soderling se lo llevó 7-1.
La confianza que el argentino supo adquirir durante el año se reflejó en el comienzo del segundo set cuando se lo notaba fastidioso por estar en desventaja en el marcador, pero seguía sacando formidablemente. Pudo quebrar cuando estaba 3-2 arriba pero volvieron a aparecer los primeros saques de Soderling que le daban la tranquilidad para mantener su servicio. Sin embargo, el octavo game resultó fundamental por una gran reacción del tandilense que estaba 0-30 y que con un globo que el sueco intentó revertir sin fortuna con un revés a dos manos produjo que el público del O2 Arena de Londres estallara. Con el 5-3 a favor “Delpo” no tuvo problemas para cerrar un set en el que se equivocó muy poco, con solo dos errores no forzados.
El mejor momento del partido se vivió en el segundo juego de saque del argentino del tercer set, en el cual logró ejecutar dos passing shots memorables y consecutivos que hicieron delirar a los espectadores. El segundo de ellos fue una exquisitez de revés con slice a una mano que jugó de manera forzada sobre la presión del sueco en la red, para callar a los que justifican el presente de Del Potro solo en su potencia. Aunque del otro lado la cantidad de aces iba en ascenso ya que el escandinavo llevaba 16. A causa de presentarse un partido cerrado por la capacidad que tienen los dos tenistas para sacar, fue raro esperar muchas “roturas” de servicios. No obstante, la tensión con la que se jugaba el partido fue decisiva y ambos se quebraron en dos juegos consecutivos. Si todo empezó con un tie break, no podía terminar de otra forma y Del Potro lo jugó con la tranquilidad que lo caracterizó sobre todo en esta segunda mitad de año: fue 7-3 y el pase a la final para el argentino. Espera Davydenko, aquel al que derrotó en las semifinales de Copa Davis del año pasado, en Buenos Aires.

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